viernes, 9 de octubre de 2009

Represión y tortura en catonas

El día 13 de Agosto de 2009 a las 12 horas del mediodía Alejandro Sánchez se encontraba con su hijo de 3 años en su casa del Barrio de Catonas, Moreno. Su esposa Nancy estaba internada en el hospital ya que su embarazo estaba presentando complicaciones. Estaban trabajando en la casa dos albañiles que estaban realizando reformas.
Cuando se disponían a almorzar un familiar menor de edad llega corriendo a casa de Alejandro. En su persecución llega una persona de civil sin ninguna identificación y pretende entrar por la fuerza al domicilio de Alejandro Sánchez. Para proteger su hogar impide el ingreso de esta persona tomándose del picaporte y del marco de la puerta. Sin mediar palabra esta persona empieza a golpear a Alejandro. Otros dos hombres, también vestidos con ropa de calle y sin ninguna identificación, llegan casi inmediatamente, arrojan a Alejandro al piso quien recibe de los tres hombres una impresionante golpiza que es presenciada por su hijo de 3 años los dos albañiles y una vecina que salió a la vereda, quienes pedían que no lo golpearan.
Estos tres hombres, más otro que permanecía en un vehículo estacionado en frente, resultan ser personal de la comisaría de Catonas: Guillén, Pintos, Balmaceda y Maldonado. Se lo llevan a Alejandro a la comisaría que se encuentra en el mismo Complejo habitacional a solo 300 metros. Su hermana acompañada por una vecina se acercan a la comisaría preguntando por su paradero y por las razones de la detención. El personal policial niega que Alejandro se encuentre en la comisaría y las mandan a averiguar a la 1era de Moreno. Se dirigen a la 1era sin obtener ninguna respuesta. Mientras tanto Alejandro seguía recibiendo golpes en la comisaría de Catonas.
Lo trasladan al hospital de Rodríguez para ser atendido por los peritos forenses judiciales. Al llegar, un médico les comunica a los policías que de ser ingresado por guardia, debido a la gravedad del estado en que se encontraba Alejandro, seguramente iban a ser internado. Los policías para mantener el control sobre Alejandro deciden no hacerlo atender y lo vuelven a trasladar a la comisaría de Catonas donde es brutalmente torturado durante toda la noche. Era golpeado y al desmayarse se le arrojaba agua para despertarlo y seguir torturándolo.
Al otro día lo llevan a la fiscalía donde se desmaya. Ante la imposibilidad de hacerlo declarar se ven obligados a llevarlo al hospital de Moreno donde es internado finalmente. Ahí es cuando la familia toma conocimiento del paradero de Alejandro fortuitamente ya que Nancy su mujer se encontraba internada en el mismo hospital. Mientras Alejandro se encontraba internado personal de la comisaría de Catonas pretende llevárselo de manera absolutamete irregular. La familia presencia esto y llama inmediatamente al Juzgado de Mercedes. Los atiende el Juez Oliva que telefónicamente les ordena a los policías que dejen a Alejandro donde está, instruyéndolos acerca de la ilegalidad de lo que intentaban hacer y de la necesidad de una orden judicial para un traslado. No es difícil imaginar el final que hubiera tenido Alejandro de haberse realizado dicho “traslado”.
Sigue internado en el Hospital de Moreno hasta el día 26 de Agosto cuando lo trasladan a la comisaría 2da de Trujuy.
Alejandro decide denunciar apremios ilegales y torturas. Paralelamente el es acusado de resistencia a la autoridad. A lo largo de la toma de declaraciones queda clara la parcialidad de la justicia a favor de los policías en perjuicio de Alejandro.
El día 2 de Octubre se realiza la Audiencia Preliminar. La fiscal Urrutia le hace una propuesta a Alejandro en el marco de la negociación de un posible Juicio Abreviado. La fiscal le propone declararse culpable de la resistencia a la autoridad y a cambio se le ofrece a Alejandro la libertad inmediata. De aceptar esta propuesta estaría aceptando una falsa culpabilidad y quedaría fuertemente debilitada la demanda por apremios ilegales y torturas que él inició. Era inaceptable desde todo punto de vista para Alejandro que con dignidad y valentía busca Justicia. La jueza Guarino, que avalara esta propuesta que implicaba su libertad inmediata, resuelve dos horas después en la audiencia preliminar la prisión preventiva de Alejandro. Argumenta la sospecha de fuga, sospecha que no existía dos horas antes. Esta medida será apelada por su abogado. Alejandro es trasladado a la comisaría de Trujuy donde espera ser enjuiciado.
El día lunes 5 de Octubre Alejandro debido a las injusticias que a sufrido inicia una huelga de hambre. Pasados casi dos meses de las torturas sufridas Alejandro no ha tenido la atención médica que necesita para tratar las secuelas físicas de los tormentos.Hacemos responsables al Poder Judicial y a la Policía Bonaerense por la vida de Alejandro Sánchez. Y por las víctimas pasadas y futuras de los torturadores Guillén, Pintos, Balmaceda y Maldonado.

¡Que la policía no decida sobre nuestras vidas ni sobre nuestras muertes!

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